Son graffitis encargados por los propietarios y al parecer al funcionario de turno no le cuadran porque se trata de un edificio del s.XIX. No sé quien es más idiota, la norma que regula estas cosas o los empleados municiaples que la aplican.
Esta prohibición es un vergonzante ataque a la sociedad y la libertad.
Fotos: ABC |
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